P.T.U. 2 (Tactical Unit: Comrades in Arms)

AÑO: 2009

DIRECTOR: Law Wing-Cheong

INT.: Simon Yam, Maggie Siu, Lam Suet, Samuel Pang, Ben Wong, Tommy Yuen, Vincent Sze, Benny Lam.

GÉNERO: Thriller.

No esperaba mucho de esta secuela del ya clásico policial de Johnnie To, P.T.U., y más sabiendo que entre esta y la original habian aparecido otras cuatro películas de la serie, dirigidas por Lawrence Lau y Andy Ng, estrenadas directamente en video (técnicamente, esta sería P.T.U. 6). Aun así, no puedo decir más que he de añadir esta película a las gratas sorpresas que el cine de Hong Kong nos ha deparado este año.

En esta secuela continúan los enfrentamientos entre las dos patrullas de la PTU, la que comanda Simon Yam y la dirigida por Maggie Siu. Las rencillas llegan lejos, pero es momento de ascensos y cambios de destino y todo quedará atrás, aunque antes tendrán que llevar a cabo una última misión conjunta: una batida en terreno montañoso para detener a unos traficantes. Una operación rutinaria que pronto se convierte en muy peligrosa cuando a los feroces delincuentes se les una un psicópata y una espesa niebla, casi sobrenatural.

Un relato policiaco abundante en tensión, por momentos casi un Deliverance en clave asiática, en el que hay que aplaudir a un reparto donde de nuevo brillan los secundarios (Lam Suet es esta vez el amo de la pista) y el estilo de la Milkyway queda en buen lugar pese a que el maestro To haya relegado las tareas tras la cámara al efectivo Law Wing-Cheong (que ya dirigiera otra secuela de un film de Johnny To, Running Out of Time 2).

Lo mejor: Una buena cinta policiaca, muy diferente, pero casi a la altura de la original.

Lo peor: Ver a Lam Suet en todo su esplendor físico. Ya me entenderéis al verla.

Ninja Girl: Assassin of Darkness

AÑO: 2006/2009

DIRECTOR: No ha querido firmar su obra magna.

INT.: Sho Nishino.

GÉNERO: Acción/Art-House.

Hubiera jurado que iba a ver una película erótica. Al menos está catalogada como tal en todas partes. Pues no. Ninja Girl: Assassin of Darkness no tiene más que una pudorosa secuencia de sexo (en la que no se ve más que un par de tetas) pero se clasifica para la película más marciana del año. Del año en que la hicieron, porque según Internet es del año 2009, pero según los créditos es más añeja, del 2006. Tampoco es que tenga tanta importancia.

Vayamos por partes. La historia. Un señor ninja que se jubila dejando como descendencia dos jovencitas, una un poco golfa y la otra que está mal de la cabeza (según los subtítulos tiene androfobia, que es miedo a las flores, pero más parece que está esquizofrénica perdida). Resulta que la chalada (Sho Nishino, una actriz tan versátil que un día te hace una teleserie familiar y al día siguiente un bukkake con cien tipos corriéndose encima de su cara) se enamora de un tipo que le recuerda a un ex (y que en sus ratos libres es superhéroe) mientras un clan de mafiosos-ninja internacionales se enfrenta a ella con el único propósito de llegar a la hora y media.

Poca broma. El anónimo director agarra este batiburrillo de idioteces y en un ataque de ínfulas a lo Godard decide hacer la primera película de ninjas nouvelle vague. Qué montaje más marciano y surrealista, qué escenas oníricas más profundas y sentidas, qué despilfarro de no-interpretaciones, y sobre todo, qué poco erótico todo, que la chica lleva pantys bajo las bragas en todo momento. Yo la proyectaría en el MOMA, en el Macba y en el frenopático más cercano. Obra maestra, sin duda.

Lo mejor: En la carátula pone Naruta. No se que tiene que ver con la película, pero que siga el surrealismo.

Lo peor: Ver al superhéroe más lastimero desde que se jubilara Supercoco.

On His Majesty’s Secret Service

AÑO: 2009

DIRECTOR: Wong Jing

INT.: Louis Koo, Barbie Hsu, Sandra Ng, Tong Dawei, Song Jia, Fan Siu-Wong, Yiu Siu-Lung, Kingdom Yuen.

GÉNERO: Comedia/Acción.

Si Stephen Chow siguiera siendo el humorista que fue durante los gloriosos 90 a buen seguro que hubiera sido el protagonista de esta desmadrada película de Wong Jing que parece seguir los pasos de Forbidden City Cop. Una combinación de humor surrealista, referencias y parodias (¿alguien puede imaginarse a un Ironman de la dinastía Ching?) y mucha, mucha acción.

Y es que Jing parece haber dejado atrás las paupérrimas producciones en las que estuvo inmerso hace unos años. La supervivencia ha dejado lado a la opulencia, y esta película es buena prueba de ello. Un buen reparto de característicos del género (siempre es una gozada ver en pantalla a gente como Sandra Ng o Liang Chia-Jen) secundan la historia de uno de los miembros de la guardia de su majestad el emperador, su afición por los inventos más inverosímiles, su complicada relación sentimental y de cómo consigue desmantelar unas cuantas conspiraciones palaciegas.

Louis Koo, más moreno que Espartaco Santoni en sus años de esplendor, protagoniza esta coproducción con China que es de visión obligada para nostálgicos del genero por sus espectaculares virtuosismos marciales, obra del misterioso Shum For-Sun, pseudónimo usado por un famoso coreógrafo de acción en sus trabajos alimenticios (Bestias de Combate, por ejemplo). Y no, no tenemos ni idea de quien es realmente.

Lo mejor: Comedia y wuxia a todo tren para nostálgicos del binomio Wong Jing-Stephen Chow de antaño.

Lo peor: Louis Koo, una victima más de las toallitas autobronceadoras.

Super Cub (The Damae Rider)

AÑO: 2008

DIRECTOR: Atsushi Muroga

INT.: Toru Kazama, Kana Kurashima, Tomoya Nagai, Nao Nagasawa, Motoki Ochiai, Shigemitsu Ogi, Keita Saitou, Ire Shiozaki.

GÉNERO: Comedia/Acción.

Puede parecer exagerado, pero hasta ver esta película no creía que los japoneses fueran capaces de hacer algo decente en el género de la acción motorizada (excluyendo a Kamen Rider y similares, claro). Todas parecían adolecer de los mismos problemas, independientemente si se trataba de motos o coches: persecuciones aceleradas, mal planificadas o simplemente terriblemente aburridas (como en los recientes V-Cinema dedicados al drifting), con guiones que no interesarían ni al editor de la revista Solo Moto.

Supercub está dirigida por Atsushi Muroga, un joven realizador, fan fatal del cine fantástico italiano y el cine hongkonés. Ya les rindió homenaje en sus primeras películas (Junk era una película de zombis a la italiana hecha en Japón, incluso la banda sonora era de los Goblin) y sigue demostrando que lleva en la sangre algo más que el convencionalismo nipón.

Hammer es un niño pijo que vive a costa de la visa de sus padres (que viven en los USA) y participa en carreras ilegales de motos por la noche. Tras un accidente, la policía le retira el carnet, sus padres le cortan el grifo y ha de ganarse la vida como fregaplatos en un restaurante de fideos de unos amigos de la familia. Esto es, hasta que descubre una vieja scooter en el almacén en el que vive.

Super Cub es una comedia amable, con un guión que no busca más que el sano entretenimiento y unas secuencias de acción bien dirigidas, sin manipulaciones en post-producción, en las que sientes la velocidad en cada fotograma. Incluso si el género no es lo tuyo es difícil aburrirse con esta película. Ah, anuncian secuela.

Lo mejor: La versión yakisoba del Taxi Express de Luc Besson.

Lo peor: Sí, es un puro tebeo. Pero nos gusta.