AÑO: 2008
DIRECTOR: Sukhum Mathawanit.
INT.: Kett Thantup, Savika Chaiyadej, Chaleumpol Tikumpornteerawong, Yarichada Wattanoawongsri, Phoomiai Tangsangga.
GÉNERO: Acción/Terror.
Los cazafantasmas malayos. Una cinta que llevará al éxtasis a los amantes de la caspa y lo bizarro, capaces de aceptar su delirante argumento, sus imposibles protagonistas y el humor más marciano. Los demás seguramente preferirán ser enterrados vivos a soportar cinco minutos de esta película.
La historia: unos niños liberan a Drakulat, el diabólico vampiro y a sus secuaces infernales de su eterna reclusión. El último cazafantasmas muere, así que su descendiente ha de reclutar un equipo nuevo para que limpien de seres malignos Kuala Lumpur.
Hasta los rayos de los artilugios que usan para neutralizar a los demonios se parecen a los de la película de Ivan Reitman. El referente es tan claro como el agua embotellada. El problema es que entre el humor malayo y el occidental pesa un abismo imposible de sortear. Un sentido del humor similar al de las peores series Z filipinas capaz de fundir neuronas cerebrales en tiempo record, aunque he de reconocer que en un par de ocasiones hizo sonar mis carcajadas (sobre todo en ese afán por incluir gags absurdos en las escenas dramáticas).
Evitado ese escollo, Antoo Fighter puede entretener, sobre todo en sus secuencias de acción a ritmo de música metalera, con unos más que aceptables efectos especiales e industriales dosis de desverguenza psicotrónica.
Lo mejor: Los cazafantasmas contra Dracula.
Lo peor: Comedia malaya. Amnistía Internacional lucha por erradicarla de una vez por todas.
Made in China 
Esta cae.