Tokyo Burst Wars

AÑO: 2009

DIRECTOR: Eiji Kamikura.

INT.: Arisa Taki, Yuka Inoue, Moe Aizawa, Serika Noda, Momo Kasuga.

GÉNERO: Acción/Fantástica.

Zen Pictures se apunta al carro del gore-action con las dos partes de Tokyo Burst Wars (en realidad una película de poco más de dos horas seccionada en dos para cobrar el doble por ella). Los erotómanos no encontrarán nada de su interés por aquí, pero los seguidores de la caspa y lo fantástico disfrutarán con sus alucinógenos efectos especiales y secuencias de acción.

Las protagonistas son dos colegialas que reciben implantes biomecánicos en un Japón futurista y que se enfrentan a una misteriosa organización llena de mujeres robot deportistas. Digo misteriosa porque no me entero de la misa la mitad. De nuevo, los subtítulos brillan por su ausencia. Volvemos a los años 80.

Aun sin enterarnos una palabra de lo que dicen hay las suficientes peleas, pechos mecánicos, manos ametralladoras, sangre y female fighting como para que no nos aburramos.

Lo mejor: Ver la versión serie B de unas películas que ya pensábamos que eran serie B. Exploitation demencial.

Lo peor: ¿Algún traductor de japonés en la sala?

Kamui Gaiden

AÑO: 2009

DIRECTOR: Yoichi Sai

INT.: Kenichi Matsuyama, Koyuki, Kaoru Kobayashi, Koichi Sato, Hideaki Ito, Ekin Cheng, Sei Ashina, Yuta Kanai.

GÉNERO: Acción.

El manga de Kamui fue publicado hace ya bastantes años por Planeta en este país. Sus lectores, entre los cuales me cuento, podríamos haber imaginado su salto a la pantalla bajo el estilo de un Kurosawa crepuscular, entre el clasicismo y la violencia estilizada de obras como Ran. Sin embargo, Japón se está convirtiendo de un tiempo a esta parte en el nuevo Hong Kong, y este es el camino escogido por Yoichi Sai (Soo) para llevar a la pantalla este clásico del cómic.

Lejos de explotar el sexo explícito y violencia extrema de la obra de Sampei Shirato, Kamui Gaiden es una nueva película de acción fantástica de época con ninjas y guerreros imposibles. Como ocurría en el wuxia hongkonés de la nueva era, los luchadores disfrutan de la ingravidez gracias a los abundantes efectos de cable, y los efectos visuales son los reyes de la fiesta, alejandose radicalmente del chambara tradicional basado en los efectismos dramáticos, casi teatrales.

El camaleónico Kenichi Matsuyama interpreta al ninja renegado y su camino hacia la libertad donde la violencia y la muerte acechan a cada instante, en un reparto que también incluye al cantonés Ekin Cheng.

Lo mejor: Las secuencias de acción de Ouchi Takahito y Kenji Tanigaki, ambos con carreras forjadas en el cine de Hong Kong (SPL, Fatal Contact, Gen X-Cops, etc.)

Lo peor: Esperar que sea fiel al manga. Si es eso lo que buscas más vale que recurras a revisitar el Ninja Bugei-cho de Nagisa Oshima.

Love On Line (LOL)

AÑO: 2009

DIRECTOR: Tony Y. Reyes

INT.: Vic Sotto, Paula Taylor, Leo Martinez, Gina Pareño, Jose Manalo, Manilyn Reynes, Matt Evans, Ricky Davao.

GÉNERO: Comedia Fantástica.

Es duro catalogar esta película dentro del género de comedia. Y lo es pensando en tantos buenos momentos que nos han brindado artistas de la talla de los hermanos Marx, Harold Lloyd o Alvaro Vitali. Sí, amigos. Una operación de hemorroides grabada en video es más graciosa que esto. Incluso si tú eres el protagonista y no te han anestesiado.

Vic Sotto es un actor con carisma, es indudable. El problema no es suyo. Quizá lo sea de su agente. O a lo mejor de una industria cinematográfica que lleva años dando tumbos. Justo desde el momento en el que el público dio de lado al cine de acción nacional y acogió con los brazos abiertos estas comedias románticas tercermundistas capaces de hacer que la última obra de Jesús Franco parezan blockbusters de James Cameron.

En Love On Line (LOL) no hay ningún sentido del ritmo o la narración. Podrían haber sentado al mono Aurelio en la silla del director y el resultado hubiera sido el mismo. La música es terrible, peor de lo habitual: improvisaciones en un sintetizador que no se detienen ni desenchufándolo. No hay un solo momento gracioso en este engendro. Ni uno solo. Ojalá volviera Redford White al cine. Sus películas tampoco hacían reír, pero tenían ese regustillo bizarro imposible de encontrar en estos culebrones venezolanos resumidos en dos horas. Mala, mala, mala.

Lo mejor: Su original argumento: el guapo (por decir algo) y el feo intercambian sus cuerpos, provocando enredos románticos tan divertidos como desayunar cuchillas de afeitar.

Lo peor: El terrible tic del coprotagonista, metiéndose los dedos en las fosas nasales durante todo el metraje. Eso tampoco hace gracia, hombre.

Merantau Warrior

AÑO: 2009

DIRECTOR: Gareth Evans

INT.: Iko Uwais, Sisca Jessica, Christine Hakim, Mads Koudal, Laurent Buson, Yusuf Aulia, Alex Abbad, Yayan Ruhian, Doni Alamsyah.

GÉNERO: Acción.

Si Tailandia tiene su Ong-Bak, Indonesia puede sentirse orgullosa de este Merantau Warrior. Una cinta de acción espectacular que sabe sacar muy buen partido al arte marcial indonesio, el silat, la mezcla perfecta de los estilos más creativos del kung fu unidos a la rotundidad del muay thai.

Hubo un tiempo lejano en el que Indonesia estaba dentro del mapa del cine de las artes marciales. Los aficionados recordarán las películas de Billy Chong y Barry Prima en los 70, los delirantes actioners con Chris Mitchum y Bill Wallace de los 80 y aquellas cintas con Cynthia Rothrock de principios de los 90. Después de aquellos días vinieron las crisis internas, la censura feroz y una industria herida de muerte. Por suerte, de unos años a esta parte el cine de Jakarta se está recuperando a pasos agigantados. Merantau es una buena prueba de ello.

La historia del joven rural que viaja a la gran urbe como paso a la edad adulta para terminar desmantelando una mafia dedicada a la trata de blancas tiene poco de original y peca de un arranque más enfocado al drama que a la acción. Sin embargo, cuando empieza el reparto de bofetadas la cinta da motivos a Tony Jaa para que empiece a estar preocupado. Y es que esta cinta de Gareth Evans (un joven realizador inglés enamorado de las artes marciales que había dirigido una serie documental sobre el silat) contiene stunts y coreografías que son pura adrenalina. Peleas de alto calibre que demuestran el talento de Iko Uwais en su primer papel. Un joven que físicamente es la versión atractiva de Tony Jaa y que, al contrario que el tailandés, sabe interpretar y decir sus diálogos con convicción.

No es que la película no tenga algunos puntos mejorables (aunque técnicamente impecable tiene una escena de salto de ejes que clama a los dioses de la nouvelle vague) pero con los años de sequía que el aficionado arrastra películas como esta auguran un gran futuro al género.

Lo mejor: Parece más Ong-Bak 2 que la genuina Ong-Bak 2.

Lo peor: La escasez de acción de la primera parte (suplida con creces en una segunda mitad sin descanso).

Detroit Metal City

AÑO: 2008

DIRECTOR: Toshio Lee.

INT.: Kenichi Matsuyama, Yoshihiko Hosoda, Ryuji Akiyama, Yasuko Matsuyuki, Ken Ayugai, Gene Simmons, Minami, Ryo Kato.

GÉNERO: Comedia.

Otro manga trasladado del papel y la animación a la imagen real. La historia de un chico tímido y enamoradizo, un joven fan de la moda y el tonti-pop cuyo alter ego es el líder de la banda de death metal más violenta y desagradable de Japón.

El televisivo Toshio Lee debutó con todos los honores con esta película, su estreno en la pantalla grande, una cinta que provoca carcajadas al espectador en bastantes ocasiones y logra emocionarle sin llegar a la ñoñería en ningún momento. Kenichi Matsuyama (el L de la saga Death Note) logra una interpretación memorable, dividiéndose entre el apocado Negishi (enamorado de una excompañera de colegio a aficionado a componer canciones a la guitarra a lo Fresones Rebeldes) y el infernal Krauser, cuyas canciones hablan de violar a su madre y matar a toda su familia.

Lo dicho, una comedia ideal para pasar algo más de hora y media de diabólica diversión.

Lo mejor: Gene Simmons, el lider de Kiss, interpretando al rey del death metal americano, Jack il Dark.

Lo peor: Que no hagan una secuela y de la sosainas de la Nana sí.

Captive Factory Girls: The Violation

AÑO: 2007

DIRECTOR: Mikio Hirota.

INT.: Hiroshi Fujita, Hiroshi Hatakeyama, Michiri Himemiya, Akari Hoshino, Erina Kurosawa, Takuya Nakamura, Yukina Shirakawa, Ai Takeuchi.

GÉNERO: Thriller/Erótica.

Otro pinku eiga que recurre al género carcelario para enlazar las imprescindibles escenas de violaciones, duchas y sexo gratuito variado que suelen ser norma común en estas producciones. Como aportación original a la colección se cambia el escenario de la habitual cárcel de mujeres a una fábrica de acero, cuyas internas son trabajadoras que permanecen recluidas hasta que las deudas económicas que contrajeron se vean restituidas.

Si hasta este momento no te seduce la idea de verla no voy a ser yo quien haga el esfuerzo de convencerte. El blandiporno nunca ha estado dentro de mis géneros favoritos y este V-Cinema difícilmente va a ser una excepción. La dirección de Mikio Hirota (que años atrás firmara la igualmente deleznable pero con bastantes más elementos psicotrónicos, Terminatrix) es más plana que la compresa Evax Ultraslim y los inanes intentos de aportar elementos de drama y thriller al asunto se saldan con los habituales resultados. Aun así, existe por ahí al menos una secuela de esta, Captive Factory Girls 2: The Revolt, la cual comprenderán que no me moleste en ver.

Lo mejor: Esos montajes a lo Berlín, Sinfonía de una Ciudad, que muestran que su director es una persona culta y con un bagaje cinéfilo de impresión.

Lo peor: Las brutales torturas que sufre la protagonista: mover cajas de cartón medio vacías. El infierno en la tierra.

Aakhari Decision

AÑO: 2010

DIRECTOR: Deepak Kumar Bandhu.

INT.: Amar Sidhu, Sumona Chakravarti, Nagesh Bhonsle, Rio Kapadia, Alfred Hsing, Anant Jog, Pradeep Kharab.

GÉNERO: Thriller.

La cosa prometía pese a tener a un protagonista que hace que Steven Seagal parezca Jim Carrey. Un thriller con un asesino a sueldo y una ultima misión antes de retirarse (el paradigma de la originalidad), dirección y fotografía con pretensiones y un guión que hace aguas según avanza.

Es este un extraño hibrido. La realización arranca con un estilo entre el cine independiente americano y las películas de la serie Transporter. Dos escenas de artes marciales resultonas (aunque el protagonista luche igual que interpreta, a lo androide llegado del espacio) y dos videoclips que dan la sensación que alguien se ha sentado encima del mando a distancia, antes de que la única cualidad que le quede a la cinta sea la fotografía del americano Andrew Strahorn.

Pese a ser la cinta de menor recaudación en lo que llevamos de año en Bollywood (no lo merece, las hay mucho peores) y su protagonista sea incapaz de mover un solo músculo facial (al menos Stallone aprendió a sonreír) Aakhari Decision se deja ver, en parte gracias a su duración de poco mas de cien minutos.

Lo mejor: Si la película hubiera seguido el ritmo de sus primeros minutos, con esas secuencias de kung fu indio tan pintorescas ahora estaríamos hablando de un clásico.

Lo peor: No me vale la excusa de que el protagonista fuera un indio americano (no, como Jerónimo, no). Es el peor debut en Bollywood que recuerdo.

Vampire Girl vs Frankenstein Girl

AÑO: 2009

DIRECTORES: Yoshihiro Nishimura, Naoyuki Tomomatsu

INT.: Yukie Kawamura, Eri Otoguro, Takumi Saito, Jiji Bu, Cay Izumi, Kanji Tsuda, Sayaka Kametani, Sayako Nakoshi.

GÉNERO: Comedia/Acción/Gore.

Creo que ya he mencionado alguna vez la decepción que supuso para mí Tokyo Gore Police. Aunque los efectos especiales y el diseño de producción eran impecables, el guión pecaba de tomarse demasiado en serio a sí mismo, un problema no tan raro dentro del género de la sangría hiperbólica, como se pudo comprobar en la fallida Repo: the Genetic Opera.

Pese a estar detrás de las cámaras los mismos responsables de aquella, y también pertenecer a la reciente moda del gore-action, ambas películas son como la noche y el día. Diré más, el entretenimiento que me ha transmitido esta cinta me ha transportado a mis días adolescentes de cine de barrio, a la sana diversión palomitera, al cine de la Empire, de la Troma, a aquellos momentos de cine descerebrado de los 80 en los que el cine no había perdido la capacidad de sorprender.

Vampire Girl es la historia de una chica vampiro, la relación con un compañero de escuela del cual está (presuntamente) enamorada, y de la fauna que pulula por el instituto. No hay que deseñar la feroz crítica a la desquiciada juventud japonesa a través de los personajes del film, sobre todo a los emos de tendencias suicidas, las gothic lolitas o las ridículas ganguro girls, obsesionadas por convertirse en negras de ojos rasgados (estas escenas parecen sacadas de cualquier Muchachada Nuí, Joaquín Reyes incluido).

Hora y media de delirante diversión, con humor que hace reír, millones de litros de sangre derramada, acción frenética, y ni un solo segundo de descanso para el espectador.

Lo mejor: El cameo de Takashi Shimizu, interpretando a un profesor de chino obsesionado por la saga Ju-On.

Lo peor: El poster no deja nada claro que esto es una comedia gamberra.

Children at War

AÑO: 2006

DIRECTOR: Kingman Choi

INT.: Jam Cheng, Jessie Yeung, Alpha Lai, Dennis Yeung, Charlie Chen, William So.

GÉNERO: Drama.

Las películas clasificadas en Hong Kong como de Categoría 3 han sido un tradicional manjar para el aficionado a las emociones fuertes. Dichos seguidores del cine cantonés para adultos se sentirán defraudados de la escasa cantidad de material  explícito en esta personal obra del joven cineasta Kingman Choi, carne de cañón de festivales gafapasta, que ha tardado cuatro años en ver la luz pública.

La cinta aborda la traumática relación entre dos hermanos gemelos (chico y chica) que reencuentran tras  permanecer separados durante años después del shock que les supuso mantener una relación incestuosa. El reencuentro traerá consigo el pasado, borrando las tendencias autopunitivas del joven (que gustaba de cortarse el pecho con una cuchilla, a lo Marilyn Manson) y la despreocupada vida sexual de la joven.

Choi se escuda en la etiqueta de cine independiente para elaborar la consabida empanada de conceptos, entre los cuales no falta la represión católica (y la posterior condena moral hacia la religión) y los artificios narrativos tan comunes en las obras de esta rama de creadores y que resultan escasamente estimulantes a un público que ya se las sabe todas.

Lo mejor: Es más visible que otras del mismo estilo, recordemos la insufrible Dragon Heat, de Eric Kot, aunque de momento Choi queda lejos de ser el nuevo Lawrence Lau o Kenneth Bi.

Lo peor: El giro de la segunda mitad. Del (presunto) arte al trash en escasos minutos.

Aquarian Age

AÑO: 2008

DIRECTOR: Hidetaka Tahara

INT.: Keita Kimura, Dori Sakurada, Rakuto Tochihara, Takuya Uehara.

GÉNERO: Thriller Fantástico.

Estoy seguro que los fans de Aquarian Age se cuentan por millares (o millones, vete a saber) en el país del sol naciente. Prueba de ello es que de un juego de cartas se han extraído películas y series de dibujos animados, mangas y cientos de productos derivados. A mí, que hasta este momento no tenía idea de la existencia de este fenómeno, esta película me ha parecido el hermano lastimoso de Mulawin, aquella película filipina de guerras entre ángeles.

El director ha construido un gran videoclip de poco más de 80 minutos (no es una sorpresa que su primerizo realizador se dedique profesionalmente a poner imágenes a la música de artistas nipones) en el que todo es estilo y el guión debe ocupar como tres páginas a doble espacio. No sucede prácticamente nada. No hay secuencias de acción ni de terror. Los especimenes alados no aparecen más de 10 segundos en toda la cinta. Los verdaderos protagonistas (por lo menos los que más metraje ocupan) son unos molinos recogedores de energía eólica. Su relación con la trama es un verdadero misterio.

La historia nos presenta a dos grupos de humanos alados, seres con ADN modificado, que se llevan enfrentando entre sí desde el confín de los tiempos. O eso es lo que se nos dice en una de las pocas escenas narrativas en las que no vemos un callejón con sombras o algo parecido. El coup de grace es que, en el único momento en el que la historia parece arrancar y va a suceder algo interesante…zas, los títulos de crédito finales. Una tomadura de pelo de proporciones épicas.

Lo mejor: Barbarella, Ángeles y Demonios, El Cielo sobre Berlín, Toby, Los Ángeles de Charlie…hay muchas películas con seres angelicales mejores que esta.

Lo peor: Está enfocada única y exclusivamente a fans que se conocen al dedillo de qué va el asunto y tienen sueños húmedos con sus personajes.