Once a Gangster

AÑO: 2010

DIRECTOR: Felix Chong.

INT.: Jordan Chan, Alex Fong, Ekin Cheng, Michelle Ye, Candy Yu, Conroy Chan, Wilfred Lau, Derek Tsang.

GÉNERO: Comedia/Thriller.

Las comedias de Hong Kong que intentan parodiar al estilo americano éxitos de la taquilla suelen fracasar miserablemente. Y cuando lo intentan en territorio chino, ni digamos (mejor olvidar que existió una película llamada Big Movie).

En Once a Gangster, todos los creadores (excepto Andrew Lau) de la saga Infernal Affairs firman esta sátira multireferencial del cine de gángsters y triadas, hora y media llena de guiños cinefilos explícitos e implícitos, una película que logra funcionar más allá de su intención humoristica y que no será disfrutada en todo su espectro por aquellos espectadores profanos al género que nos ocupa, ya que los gags buscan más la complicidad y el guiño sutil que el ametrallamiento de humoradas habitual en este tipo de propuestas.

Las referencias más evidentes (y las más sencillas de observar para el poco versado) son Election (que ocupa la mayor parte de la trama, con Jordan Chan intentando escurrir el bulto para llevar una vida lejos de la mafia), Infernal Affairs (con escenas recreadas de la original) y especialmente la saga Young and Dangerous, con Jordan Chan y Ekin Cheng recuperando a sus personajes en versión adulta.

Lo mejor: No es una cinta que busque la carcajada, pero la sonrisa de la cara no te la quita nadie.

Lo peor: Si el cine de Johnnie To, John Woo, Andrew Lau, Ringo Lam y el resto de la banda no te dice nada, quizá deberías pasar de largo.

Blades of Blood

AÑO: 2010

DIRECTOR: Lee Joon-ik

INT.: Hwang Jeong-min, Cha Seung-won, Han Ji-hye, Baek Seong-hyeon, Kim Chang-wan, Song Yeong-chang.

GÉNERO: Drama/Acción.

El director de King and the Clown lleva a la pantalla un premiado manwa de los 90 protagonizado por un Zatoichi coreano. Un swordsplay que consigue tanto la fidelidad histórica como la espectacularidad de unas coreografías que desestiman, por una vez, los modelos fantasiosos del cine cantonés.

La historia es la habitual combinación de intrigas palaciegas y venganzas por honor: un espadachín ciego traicionado por un amigo en el pasado y un joven que le ayuda a detener un golpe de estado por parte de un ambicioso guerrero.

Blades of Blood se aleja voluntariamente del último cine de género, apostando sus mejores bazas a la relación entre los personajes y al desarrollo del argumento central. Aun siendo mucho más estimulante para el espectador que las películas que Lee llevaba firmando en estos últimos años, no puede evitarse tener la sensación de estar viendo una historia ya vista, una recopilación de clichés del cine de espadas, donde la obsesión por la estética prima por encima de la acción, como se demuestra durante el duelo final.

Lo mejor: Aun siendo tan argumentalmente repetitiva como una vieja película de los Shaw, incluye secuencias excelentes que devuelven el respeto a su realizador.

Lo peor: Esperar ver algo parecido a Sword with no Name.

Man Hunting

AÑO: 2010

DIRECTOR: Koshizaka Yasahi.

INT.: Satori Kaneko, You Kamiyoshihara, Toru Amamiya, Tomohiko Isomura, Koji Nakayabu, Mayu Sakuma.

GÉNERO: Terror.

Pauperrima serie B de terror que suspende a todos los niveles. Una adaptación más del concepto de la caza del hombre (y mira que ha llovido desde El Malvado Zaroff) que desemboca en un intento de torture porn con refrito de Saw incluido. Lástima que olvidaran contratar a alguien para que hiciese los efectos especiales.

Una joven se despierta dentro de una cabaña en un lugar extraño. Logra escapar sin esfuerzo, pero es perseguida por un encapuchado ballesta en ristre que la persigue, hiere y vuelve a capturar. Esto se repite durante varios días, hasta que entran en escena su hermano y su novio. ¿Quién y por qué se encuentra detrás de las muertes y torturas? No os molestéis en ver la película para saber la respuesta a esta pregunta, ya os lo aviso.

Quizá los amantes de este tipo de bobadas puedan perdonar los defectos técnicos de la película (el montaje de sonido es terrible, por no hablar de los cientos de innecesarios fundidos en negro y las interferencias y grano de la cámara), más difícil de perdonar son los rudimentarios efectos gore, dignos de un corto dirigido por adolescentes imberbes, que deben ser, me imagino, el público potencial de esta tontuna.

Lo mejor: Algunos pasajes de la banda sonora, que “homenajean” a Bruno Nicolai.

Lo peor: Cercana a la serie Z: hay tetas, sangre y un guión escrito en una tarde.

The Karate Kid (The Kung Fu Kid)

AÑO: 2010

DIRECTOR: Harald Zwart

INT.: Jaden Smith, Jackie Chan, Taraji P. Henson, Han Wenwen, Yu Rongguang, Wu Zhensu, Wang Zhiheng, Wang Zhenwei.

GÉNERO: Comedia Dramática/Acción.

Karate Kid, la original, era un refrito americanizado de las comedias de kung fu de finales de los 70, especialmente de las que protagonizara Jackie Chan para la Seasonal. Supongo que es de justicia que ahora hayan sido los chinos los encargados de preparar una nueva versión de la iconográfica cinta de los 80. Y es que, para los que aun no se hayan enterado, este Karate Kid (The Kung Fu Kid en el original) es más chino que los rollitos de primavera. Aun así, que nadie se espere nada parecido a Little Big Soldier: el referente aquí ha de ser Looking for Jackie.

La historia sigue los pasos de las legendarias aventuras de Daniel-San y el sr. Miyagi, deslocalizadas en el Shanghai ultramoderno de hoy día. Jackie Chan hace un gran papel como maestro de kung fu, a años luz de las interpretaciones del reparto infantil (incluido el hijo de Will Smith) cuyo talento para la actuación se encuentra al nivel de una obra de fin de curso.

Veredicto: el guión se recrea demasiado en su primera hora, la tensión romántica buscada entre el niño americano y la cría china resulta inexistente, la acción (de Wong Fei, doble habitual de Jackie Chan estos últimos años) es mucho más fantasiosa que en la cinta del director de Rocky y, sobre todo, la película está enfocada irremisiblemente para espectadores menores de 13 años.

Entretenida por momentos y poco más.

Lo mejor: Jackie Chan.

Lo peor: La innecesaria música de James Horner, que deriva entre los momentos de épica grandilocuente y la orquestación de rumbas de Camela.