AÑO: 2011
DIRECTOR: Sophon Sakdapisit
INT.: Saharat Sangkapreecha, Atipit Chutiwatkajornchai, Piyathida Woramuksik.
GÉNERO: Terror.
El cine de terror asiático lleva años estancado en una acumulación de clichés y estupideces en los que la cinta debe de dar miedo porque sí, porque salen fantasmas y a la gente le dan miedo los fantasmas. Ladda Land lucha contra los tópicos y el terror basura creando una pequeña maravilla del género, donde las personas tienen mucha más importancia que los espectros, donde el terror no es siempre sobrenatural, y en la que su protagonista tiene cosas mucho más importantes contra las que luchar que apariciones de pelos largos.
Todo arranca con una mudanza a una urbanización. Tensiones laborales, problemas con la hija adolescente, vecinos que esconden secretos…y una casa donde han sucedido violentos asesinatos que se dice está encantada. No, esto no es Amityville; la mansion maldita no está ni cerca de la de la familia protagonista.
La cinta construye un ambiente de autentico terror sin artificios, terror que viene de lo desconocido y el terror de la familia que se desmorona. Un suspense malsano que en ocasiones evoca a El Resplandor, en otras a Poltergeist. El miedo como eje central de una película que no solo asusta, también llega a desgarrar el corazón.
Lo mejor: Por fin una cinta de fantasmas que puedo recomendar.
Lo peor: Mi cruzada contra la fotografía colorizada, aunque en esta ocasión resulte escasamente molesta.
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