Spidy Lady

AÑO: 2004

DIRECTOR: Kisuke Hizen

INT.: Mari Izumi.

GÉNERO: Ciencia-Ficción/Porno.

Oh, las pelis locas de Giga Pictures. Aquí nos presentan la versión femenina del héroe arácnido más famoso de América, Spidy Lady, enfrentada a Black Spidy, el reverso tenebroso de la chica-araña, una villana malvada y lésbica que ha secuestrado al padre de la protagonista, un general de vaya usted a saber qué ejército.

La cinta, de poco más de una hora de duración, tiene unas cuantas escenas en las que Spidy se enfrenta a los típicos esbirros (aquí vestidos de luto riguroso y maquillados de zombi de carnaval) hasta que el reparto de tollinas le lleva hasta su némesis, con quien intercambia bofetones en un principio para pasar a intercambiar fluidos más tarde.

Hay un tentáculo negro que hace de las suyas, Spidy lanza redes como en la versión televisiva de los 70, hay torturas varias, violación con un strap-on (ya saben ustedes lo que es) y la revelación final de que su padre no es su padre, es un marciano. Ni Orson Welles.

Lo mejor: Que hagan estas cosas que tanto enriquecen el mundo del cine. En 100 años las proyectarán en los museos de arte contemporáneo, si es que queda alguno.

Lo peor: Depende de cómo te tomes estas cosas.

The Sexy Dragon Inn

AÑO: 2004

DIRECTOR: Manhattan

INT.: Oscar Lam, Cherry Chan, Lee Lee-Lee, Michael Mak, Kong Liu, Liu Kei, Chan Chung-Wai.

GÉNERO: Comedia/Erótica.

Que una película de estas características tenga a su disposición siete directores de acción me suena más a un chiste privado que a otra cosa, no solo porque la cinta no tenga escena de acción alguna que se precie, sino porque los créditos están llenos de pseudónimos que nos indica que los responsables no se sienten precisamente orgullosos de su obra.

Para ponernos en situación: The Sexy Dragon Inn es una de las obras cinematográficas más ineptas que el que esto escribe ha tenido la suerte (o desgracia) de ver. Ni siquiera puede considerarse erótica. Como en las peores cintas del género íbero erótico-festivo, los sementales no se quitan los calzones a la hora del follar, además de mostrar una torpeza y un cansinísmo a toda prueba.

La historia es mínima: un chiste detrás de otro, sin gracia alguna, como en aquellas comedias que imitaban a Mariano Ozores (ahora me acuerdo de las de José Truchado, por ejemplo), llena de anacronismos (en la primera secuencia ya están comiendo chicles y mirando revistas porno hongkonesas de hoy), señoras desnudas y chistes copiados de películas como Sex and Zen 2. Ah, el protagonista fue el director de acción de Tiger on the Beat 2, y actor en películas de Ringo Lam, Johnnie To o Gordon Lam. El porqué de que lleve más de diez años apareciendo en blandipornos de este calibre es todo un misterio.

Lo mejor: Alguna chica sorprendentemente atractiva para lo que suele ser el plantel de este tipo de engendros para video.

Lo peor: Solo apta para coleccionistas de cine infame. Y no tiene nada que ver con Dragon Inn.

Payuk Mhek

AÑO: 2004

DIRECTOR: Chacrit Pannitchakul

INT.: Pichetchai Pholdee, Suntisook Promsiri, Orrahathai Suesriawad.

GÉNERO: Acción.

Serie Z rodada con destino al video que parece disfrutar reuniendo los mil y un tópicos del cine de policías infiltrados, con un reparto escapado de algún culebrón sudamericano (impagable la sobreinterpretación del jefe de la banda mafiosa, que cuando se enfada abre los ojos como una lechuza), música de librería (que ayuda a crear el clima de telenovela) y algunos momentos de lucidez bizarra en la dirección inspirados en anime de los años 80.

La historia es tan sencilla como un sudoku de 4 casillas: policía infiltrado en banda, mano derecha del gran mafioso, cuya vida está dividida entre el deber, la delincuencia y su novia, que no tiene ni idea de a qué se dedica su prometido.

No hay el mínimo esfuerzo de hacer que el espectador se trague el asunto. Todo está lleno de errores de guión y tópicos, y por si fuera poco, un personaje secundario añade escenas “cómicas” cada dos por tres, como si fuera un episodio de una serie de Globomedia o una película telugu (de las malas).

Hay unas cuantas peleas, explosiones, disparos e impactos de bala, pero cine, lo que se dice cine, hay poco en Payuk Mhek.

Lo mejor: Dura poco más de una hora. Lo malo, si breve, termina antes.

Lo peor: Si no fuera por los ojos rasgados pensaría que estoy viendo El Mundo de Niní en Disney Channel.

Uang, Lady of the Forest and City

AÑO: 2004

DIRECTOR: Khun Dungkorn

INT.: Chotiros Suriyawong, Suta Karnmitr, Pornnapa Noona.

GÉNERO: Drama Romántico/Aventuras.

Películas como esta hacen que eche de menos a Sheena, la Reina de la Selva. Que diablos, incluso tengo nostalgia de Jane, mi Pequeña Salvaje. Esta producción tailandesa de bajo presupuesto puede que tenga a una amazona huérfana amiga de los animales, pero el porcentaje de aventura de esta cinta es inferior al de machismo y melodrama culebronero. Es más, si alguien me llega a decir que esto es un resumen de una teleserie venezolana me lo podría creer y todo.

La premisa del film (por llamarlo de alguna manera, ya que está grabado en Betacam) arranca con una expedición por la jungla para encontrar a unos parientes del protagonista, desaparecidos años atrás. En vez de a sus tíos se encuentra a su prima (a la que de buen grado se arrima), la cual se sortea con el resto de miembros de la expedición, que no deben haber visto a una mujer en toda su vida. La chica viaja con su primo a la civilización, pero le es difícil adaptarse a una vida en la que no se puede pasear en top less por ahí.

Uang, Lady of the Forest and City es mala. Sus atractivos son escasos. Parece rodada en un parque natural (a veces se escuchan voces de gente que se supone no debería estar ahí) y el director cree que con usar grúas y travellings ya le van a dar un Oscar. Primero que aprenda a dirigir.

Lo mejor: Sí, hay desnudos gratuitos, pero son tan inocentes que podrían emitirse sin problemas en el Canal Disney.

Lo peor: Toda la segunda mitad, a lo culebrón venezolano, incluyendo el previsible y mongoloide desenlace.

Death Row Girls: Female Prisoner 1316

AÑO: 2004

DIRECTOR: Sadaaki Haginiwa

INT.: Aki Hoshino, Emi Kitagawa, Ren Suzuki, Ami Natsui, Junko Maru, Debitto Ito, Ryu Kano, Momo Iizawa.

GÉNERO: Thriller.

Atractivas jóvenes condenadas a cadena perpetua terminan en una isla perdida en el pacifico que alberga una extraña prisión en la que son sometidas a un duro entrenamiento y estrictas normas de conducta que se penalizan con la muerte.

Cine de cárceles de mujeres a la japonesa, bastante menos extremo que sus homologas americanas o italianas, pero que resulta lo suficientemente entretenido como para ni siquiera pensar en tocar botón alguno del mando a distancia.

No está argumentalmente relacionada con las películas de la serie Female Prisoner Scorpion, pese a la similitud de temática y título. La acción es olvidable y hay algunos desnudos (incluyendo una escena de despelote masivo y un par de secuencias de blandiporno poco reseñables), torturas, un enano, y una buena banda sonora al estilo de los clásicos de exploitation de la Toho.

Lo mejor: Pese a la ausencia de sustancia argumental, la cinta es sorprendentemente entretenida.

Lo peor: No hay carceleras lesbianas violando internas. Se están perdiendo las tradiciones.

Kekko Kamen Surprise

AÑO: 2004

DIRECTOR: Takafumi Nagamine.

INT.: Misaki Mori, Shoichiro Akaboshi, Jiro Dan, Noriko Higashide. Aki Hoshino, Kenjiro Ishimaru, Risa Kamimura, Nana Kasai.

GÉNERO: Comedia Fantástica/Acción.

Séptima entrega (de diez) de la serie oficial de películas basadas en el personaje del creador de Mazinger Z, Go Nagai. Como suele ser habitual, la película combina una narrativa pueril con los peores efectos especiales posibles, quedando el interés reducido a los seguidores del manga (o del personaje) o a los curiosos por ver a una superheroína nudista.

Kekko Kamen es una heroína enmascarada prototípica del género, con la diferencia de que va totalmente desnuda con una mascara en la cabeza y un largo pañuelo rojo anudado en el cuello. Pese a su contenido sexual (bondaje, torturas ligeras y referencias eróticas) tanto las películas como el cómic van dirigidos a un público juvenil (se publicó en el mismo semanario que Dragon Ball) y el desnudo nunca llega a ser integral (un destello de luz impide que veamos los genitales).

En esta cinta, la enmascarada se enfrenta de nuevo a Mangriffon, que aquí ha fundado una escuela de música en una isla desierta para convertir en esclavas sexuales a las alumnas. Los que hayan visto otras tantas películas de la saga encontrarán poca sorpresa aquí, si bien tanta referencia musical llega a hacerse un tanto pesada. Humor imberbe y muchas tetas al aire. Psicotronía ligera que en tiempos no muy lejanos llegó a ser de culto.

Lo mejor: Un concepto de esos que solo pueden proceder del país del sol naciente.

Lo peor: Unos cromas peores que los de un episodio de Doctor Who de 1981.

Ninja 7

AÑO: 2004.

DIRECTOR: No acreditado.

INT.: Keiko Sakaguchi.

GÉNERO: Acción/Ciencia-Ficción/Porno.

Nada menos que de 45 partes consta esta serie de películas. No sé yo si esto constituye algún tipo de récord, pero de lo que estoy seguro es que con el aperitivo de la séptima entrega ya he tenido suficiente. Y lo digo con todo el dolor de mi corazón cinéfilo, ya que los primero 15 minutos son muy divertidos: acción ninja caspoide, con decorados dignos de una peli de ciencia-ficción de los 50, desapariciones y apariciones ridículas, rayos laser hechos con el After Effects y hasta un científico loco con un ayudante que parece Leatherface. Lamentablemente, la muchacha ninja se deja atrapar con unos gases narcóticos cuando estaba rescatando al científico bueno, colocada en la mesa camilla preparada para las torturas de la inquisición y lista para el festival del sopor. A partir de ese momento ya no hay más banda sonora rockera a lo Guerrero Americano. Tampoco hace demasiada falta. El profesor chiflado y su deforme acompañante inician la fiesta con una revisión médica exhaustiva combinada con una tortura feroz con una linterna (creo que la chica era fotosensible o algo) para pasar a introducirle el tubo de una aspiradora por vía vaginal y ponerla en marcha. No contentos con tamaña fechoría, la encierran en una celda donde el repugnante hombre-mosca (no sabemos si era Jeff Goldblum el que estaba bajo el cabezón de insecto) la viola con su aun más repugnante miembro viril moscardón. El mutante se le corre encima con un spray de serpentinas y se acaba la película. ¡Que grande es el cine!

Lo mejor: La banda sonora y, muy especialmente, el temazo de los títulos de crédito.

Lo peor: Lo único que he entendido de los diálogos en nipón es cuando el profesor chiflado grita “bravo”.

Oh! My Zombie Mermaid (Ah! House Collapses!)

AÑO: 2004

DIRECTOR: Naoki Kudo.

INT.: Shinya Hashimoto, Seong Seon-im, Nicholas Pettas, Shiro Sano, Urara Awata, Yoshiaki Fujiwara, Jason Gray, April Hunter.

GÉNERO: Acción/Fantástica.

Una de las sorpresas más inesperadas y agradables de este 2009 que termina ha sido la aparición en el mercado americano del dvd de esta joya, la cual hubiera quedado oculta a los ojos del espectador curioso occidental, como tantas otras joyas de lo bizarro. Producida por la casa especializada en porno duro Soft on Demand (aunque en esta cinta el erotismo brilla por su ausencia) podría verse como el equivalente oriental de las películas de El Santo, solo que con sus guionistas intoxicados por toda clase de drogas duras.

La historia (escrita por Izo Hashimoto, guionista de Akira y algunas cintas de Takashi Miike) nos presenta al luchador de lucha libre Shishio Kouta (interpretado por el wrestler Shinya Hashimoto, fallecido en el año 2005) que ve como su vida feliz se viene abajo cuando en la inauguración de su casa una multitudinaria pelea con rivales del ring termina con la explosión de su hogar. Tras el terrible suceso su esposa inicia una extraña mutación que la está transformando en sirena. Para poder buscarle una solución accede al chantaje de un productor de televisión que quiere enfrentarle en directo a los luchadores más extravagantes del mundo.

El título da lugar a malos entendídos. No es una película de zombies (aunque aparezca más de uno). Es una película de acción demente (dirigida por Kenji Tanigaki, habitual del cine hongkonés), con momentos de drama imposible y gran parte del metraje ocupado por un homenaje marciano a Juego con la Muerte, en la que nuestro orondo protagonista se enfrenta a enemigos expertos en distintos artes de lucha (un travesti, un zombie, un maestro de kung fu…) en el interior de una pagoda. Uno de los momentos más bizarros es cuando la manager de Shishio se ofrece para relajarle dedicando unos buenos minutos de metraje a propinarle infinidad de mordiscos (reales!) por su musculada anatomía. Ver para creer. Todo un visionado obligado para degustadores de cine inusual.

Lo mejor: Acción estilo Hong Kong y delirio a la japonesa. Y no es una comedia, es de otra dimensión.

Lo peor: Esperar una película de zombies y encontrarte una de sopapos y bizarradas.