Pandamen

AÑO: 2010

DIRECTOR: Jay Chou

INT.: Jay Chou, Zhan Yu-Hao, Devon Song, Jessie Chiang, Eric Tsang, Shawn Yue, Tang Yan.

GÉNERO: Ciencia-Ficción/Acción.

Llevaba tiempo detrás de una copia subtitulada de esta teleserie pensando que se trataba de un tokusatsu a la taiwanesa. Pues no, Pandamen podría tratarse de una milimétrica transposición a la imagen real de algún anime que nunca existió. Los saltos esquizofrénicos entre géneros y secuencias montadas indiscriminadamente resultarán familiares a los fans de la animación japonesa pero provocarán mareos a los poco iniciados. Tened a mano biodramina.

El actor y cantante Jay Chou (al que le tocó interpretar al chino retrasado en la última versión de Green Hornet) dirige e interpreta a un miembro de un equipo policial enfrentado a maleantes y supervillanos megalómanos de la vieja escuela que quieren controlar el mundo. Hay abundancia de subtramas con venganzas del pasado, triángulos sentimentales, investigación policial y naderías de relleno. Entre todas, las más chocantes son las (pretendidamente) cómicas con efectos de sonido de dibujo animado (como en la serie Cambio de Clase, del Canal Disney) y aquellas en animación 3D que intentan emular al manga más absurdo.

Si no te engancha el primer episodio ni te lo plantees. Va a peor.

Lo mejor: Alguna que otra secuencia de artes marciales más que correcta.

Lo peor: La cabecera animada, los chistes a lo Power Rangers 1ª temporada y el montaje digno de un culebrón colombiano.

City Hunter

AÑO: 2011

DIRECTOR: Jin Hyuk

INT.: Lee Min-ho, Park Min-young, Lee Joon-hyuk, Goo Hara, Hwang Sun-hae, Kim Sang-joon, Chun Ho-jin, Lee Hyo-jung.

GÉNERO: Drama/Acción.

El manga de Tsukasa Hojo, City Hunter, disfrutó de una celebrada adaptación televisiva y una versión cinematográfica un tanto especial protagonizada por Jackie Chan. Aparte de algunos exploiters no oficiales (como Madam City Hunter o Mr. Mumble) el personaje no se había vuelto a acercar a la imagen real hasta ahora. Desde luego, no se puede decir que esta adaptación televisiva peque de fidelidad al manga.

Y es que, si no recordamos mal, la historia original nos presentaba a un detective mujeriego que resolvía casos junto a la hija de un policía. Mucho humor absurdo y sexual hasta que resolvía el caso, en los que se ponía mucho más serio que Colombo. En esta versión, el argumenta nos presenta al hijo de un narcotraficante del triángulo de oro que usa a su hijo para vengarse de aquellos que le traicionaron en una misión suicida en Corea del Norte. Como dos gotas de agua, vamos.

Hay que decir que no han reparado en gastos (localizaciones en Tailandia, efectos especiales correctos…) y que la dirección está mejor que muchas películas para salas comerciales. Aun así, todo está cargado de melodrama gratuito, el protagonista es un niñato superfashion con peinado a lo Justin Beaber (es de suponer que en la selva estaba suscrito a la Uomo Vogue y a la GQ) y esto no tiene nada que ver con lo que se lee en los créditos.

Lo mejor: Esperar que a partir del episodio 2 la cosa mejore.

Lo peor: Haber visto los avances y ver que al dramón del piloto se va a unir el romance a la coreana. Un espanto.

Mr. Brain

AÑO: 2009

DIRECTORES: Katsuo Fukuzawa, Yuichiro Hirakawa, Daisuke Yamamuro.

INT.: Takuya Kimura, Ebizo Ichikawa, Yosuke Kawamura, Haruka Ayase, Sei Hiraizumi, Osamu Shitara, Mao Daichi.

GÉNERO: Thriller/Comedia.

Entretenido procedimental a la japonesa con un curioso protagonista, un hombre que tras un accidente su cerebro se desarrolló a unos niveles sin rival, convirtiéndose en el mejor neurocientífico de la galaxia. El lado negativo es que pasó de ser un mujeriego a perder todo interés por el sexo femenino.

Mucha comedia para una serie que presenta casos imposibles (sospechosos que dicen atravesar paredes, ejecutados que regresan de la tumba, etc.) que solo pueden resolverse con la ayuda de una mente privilegiada. Mr. Brain ayuda a la policía a la vez que ofrece al espectador curiosidades sobre el funcionamiento del cerebro humano (de esas que aparecen en los artículos de la Quo y el Muy Interesante), rodeado todo de unos artilugios e invenciones de ciencia-ficción que dejan los métodos del CSI al nivel de la edad de piedra. Muy entretenida.

Lo mejor: El episodio piloto autoconclusivo de 90 minutos sirve para que nos hagamos una buena idea de si queremos seguir viendo el resto de la corta serie.

Lo peor: La estupenda banda sonora resulta demasiado grandilocuente en algunos momentos, mucho más adecuada para una cinta castrense dirigida por Steven Spielberg.

Shinzanmonono (Newcomer)

AÑO: 2010

DIRECTOR: Shinichi Hirano, Yasuharo Ishii, Daisuke Yamamuro.

INT.: Hiroshi Abe, Meisa Kuroki, Mieko Harada, Shigeru Izumiya, Yuichi Kimura, Tomokazu Miura, Junpei Mizobata, Osamu Mukai.

GÉNERO: Thriller.

Excelente serie de misterio a lo Colombo con un detective al que no se le escapa una, Kyoichiro Kaga, un detective de policia recién llegado a una pequeña ciudad y que, mientras investiga el caso de una mujer asesinada, va resolviendo otros tantos menores durante los diez episodios que la componen.

Hiroshi Abe interpreta al protagonista con el carisma habitual, en un personaje que parece heredar la sagacidad y personalidad del investigador médico Keisuke Shiratori, protagonista de The Glorious Team Batista y The Triunfant Return of General Rouge.

Los episodios (de entre una hora y 45 minutos) están impecablemente escritos y llenos de sorpresas, abundantes en momentos ligeros y que suelen desembocar en situaciones emotivas. Muy recomendable para amantes de las series de detectives, occidentales o asiáticas.

Lo mejor: Hiroshi Abe, uno de los actores imprescindibles en el cine japonés de hoy día.

Lo peor: Son diez episodios, que resulta complicado verlos de una tacada.

Tensou Sentai Goseiger

AÑO: 2010

DIRECTOR: Varios.

INT.: Ryosuke Miura, Shoko Nakagawa, Tatsuya Isaka, Rumi Hiragi, Momosuke Mizutani, Sakuya Nakamura, Louis Yamada, Shozo Izuka.

GÉNERO: Ciencia-Ficción/Acción.

Toei y Bandai llevan desde hace unas semanas ofreciendo a la chavalería japonesa la enésima serie supersentai (en este caso la número 34) renovando héroes y villanos, accesorios y robots gigantes para que los padres tengan un nuevo quebradero de cabeza al negar a sus retoños dejarse el sueldo mensual en juguetes de plástico.

Pocas novedades por aquí. Los superhéroes karatekas son en esta ocasión angeles procedentes de un universo destruido que se trasladan hasta la tierra para impedir que suceda lo mismo que en su planeta. Mucha acción y efectos especiales (ni rastro de la comedia subnormaloide presente en las adaptaciones para el mercado internacional) con un mensaje ecologista, así como la sorpresa del uso de cartas de rol (como en Kamen Rider) para activar los poderes especiales.

Dudo mucho que se convierta en una serie que perdure en el recuerdo, como la de los ninjas, los samurais o los coches.

Lo mejor: La voz del villano intergaláctico es clavadita a la de M.A. Barracus en la versión española de El Equipo A.

Lo peor: Parece que a los creativos de Toei se les empiezan a terminar las ideas.

The Legend of Brown Sugar Chivalries

AÑO: 2008

DIRECTORES: Yu Hua-Kun, Je Han-Chen

INT.: Wang Zi, Xiao Xun, Ah Wei, Ya Tou, Xiao Man, Mei Mei, Carmen Tang, Michelle Zhang.

GÉNERO: Acción/Fantástica.

Durante los años 80 Robert Tai revolucionó la televisión taiwanesa con diversas teleseries de acción marcial protagonizadas por ninjas. Desconozco si el maestro Tai ha tenido algo que ver con esta serie de TV, pero las coreografías que en ella aparecen bien podría haberlas firmado él. Y también aparecen ninjas, ojo.

Es una pena que los protagonistas no sean expertos luchadores sino ídolos de la canción (miembros de grupos como Lollipop, Choc 7 o Hey Girl) ya que de ese modo podríamos verles la cara durante las fantasiosas luchas, llenas de kameames a lo Dragon Ball y efectos de cable sin descanso. Tampoco es algo tan grave, pero hay un sector de aficionados que huyen de cualquier producción protagonizada por adolescentes ultrafashion y que pueden morir entre espasmos con solo ver unos cuantos minutos del episodio piloto.

Para los demás (entre los que me incluyo) la serie es muy recomendable: tiene un ritmo adrenalínico, bastante acción y f/x (al menos en los primeros capítulos que he visto), su componente romántico y culebronero (indispensable) y un argumento a lo Harry Potter (escuelas de kung fu sobrenatural enfrentadas, hechizos secretos, tensiones sexuales y equívocos, ese tipo de cosas).

Es la única teleserie asiática que me ha enganchado en estos últimos tiempos. Por algo será.

Lo mejor: Como ver una serie de anime en imagen real. Mucha acción y desverguenza argumental.

Lo peor: La voz de ardilla de la novia del protagonista. Hasta los pitufos tienen una voz más grave.

Kamen Rider: Dragon Knight

AÑO: 2009

DIRECTOR: Steve Wang.

INT.: Matt Mullins, Stephen Lunsford, Yvonne Arias, Taylor Emerson, William O’Leary, Mike Moh, Jeff Davis, Mark Dacascos.

GÉNERO: Acción/Ciencia-Ficción.

Los japoneses han pensado que puestos a que se adapten sus series para el mercado americano, que mejor que ellos mismos para hacerlo. Sobre todo después de una decada de desastres en forma de Power Ranger, VR Troopers, Superhuman Samurai y aquel infame Masked Rider, que poco tiene que ver con esta nueva adaptación del héroe motorizado.

He de reconocer que solo he visto unos cuantos de los primeros episodios de la serie y han sido suficientes para comprobar la diferencia. Primero, el nivel de patochadas infantiles se mantiene a un mínimo casi imperceptible; segundo, la acción de Akihiro Noguchi (Kuro-Obi) es tan sólida y espectacular como si de un actioner hongkonés de los 80 se tratara. Impecable. Matt Mullins, luchador profesional de Xtreme Martial Arts, es una máquina. Otros, como Mike Moh, vienen del equipo de especialistas de Jackie Chan. Imposible pedir más.

Supuestamente, Kamen Rider: Dragon Knight era una adaptación de Kamen Rider Ryuki, de la que hereda escenas de efectos especiales, pero tiene poco que ver argumentalmente con aquélla. De hecho, es mucho más fiel al espíritu de la época más oscura de la serie. Todo el mérito es de Steve Wang, un mago de los efectos especiales taiwanés discipulo del maestro Rick Baker, y que fue capaz de que nos creyéramos que cintas americanas como Mutronics o Drive (la mejor película de Mark Dacascos, que aparece en algunos episodios de la serie) eran asiáticas.

Lo mejor: Rompe con todos los esquemas de lo que han sido las adaptaciones occidentales de series tokusatsu.

Lo peor: Los episodios no son autoconclusivos. Y enganchan.

K-Tai Investigator 7

AÑO: 2008

DIRECTOR: Takashi Miike.

INT.: Masataka Kubota, Satoshi Matsuda, Kanji Tsuda, Yuko Ito, Yoko Mitsuya, Mickey Curtis, Nao Nagasawa, Mizuho Hata.

GÉNERO: Acción/Ciencia-Ficción.

Si alguien se preguntaba como es que el simpar Takashi Miike había pisado el freno en su producción anual durante el año 2008 aquí tiene la respuesta: 45 episodios de 45 minutos de esta serie llena de acción y efectos especiales. Mucho menos sangrienta que sus mas famosas contribuciones a la historia del cine, pero con algunos toques tan bizarros como era de esperar.

La premisa de K-Tai Investigator 7 mezcla tecnología y fabulación fantástica con ecos de Juegos de Guerra: un mundo en el que todo está conectado a Internet es presa fácil para hackers con ansias de hacer el mal controlando maquinas, ascensores y hasta excavadoras. Para evitar el caos, un grupo secreto paragubernamental se dedica a detener a los malfactores luchando con sus mismas armas y una ayuda extra, un teléfono móvil que se transforma en un minúsculo robot capaz de detectar y neutralizar cualquier intruso en el sistema.

Aunque por lo delirante de la propuesta pueda llegarse a pensar que es esta otra de esas series de superhéroes nipones con tazas gigantes que hablan, la óptica visceral de Miike hace que el producto llegue a ser disfrutable por adultos, aunque su protagonista sea un adolescente y el móvil haga sus gracietas de vez en cuando. No hay más que fijarse en esos planos gratuitos de anatomía femenina a lo película de Nadiuska y en esos brotes de violencia inesperados e innecesarios.

Lo mejor: Algunas secuencias espectaculares, dignas de una producción cinematográfica. Y su estupenda banda sonora.

Lo peor: Demasiados capítulos. Aunque, por fortuna, son más o menos autoconclusivos.

Armor Hero

ARMOR HERO

AÑO: 2009

DIRECTOR: Luo Yongyuan

INT.: Jarvis Wu, Bai Xuxu, Guo Shuai, Zhang Chao, Qin Yanshi, Yang Ya, Lu Jieyun, Cao Lu.

GÉNERO: Ciencia Ficción/Acción.

Hace años el género del sentai o tokusatsu era algo tan genuinamente japonés como el sushi. Hoy que los chinos se dedican a abrir restaurantes “japoneses” por toda la geografía mundial no resulta extraño que hayan terminado haciendo lo propio con otros iconos de la cultura pop nipona. Y es que, tras las aportaciones coreanas (Erexion, Rayforce…) o tailandesas (Xpoler, Sport Ranger…) ahora le toca el turno a la visión china de las teleseries de efectos especiales. Robots, superhéroes futuristas y artes marciales con un toque al estilo de Shanghai.

Armor Hero contiene todos los componentes que uno cabria esperar, incluyendo superhéroes de rampantes armaduras robóticas, villanos que quieren destruir el mundo porque son así de malos, superpoderes especiales y mucha acción. Lo que parece ausente por completo (al contrario que las adaptaciones americanas y en menor medida las originales japonesas) es la comedia. No hay personajes subnormalizantes secundarios, no hay tipos con sobrepeso más torpes que Steve Urkle y Jerry Lewis combinados, no hay niños que den rabia haciendo trastadas ni monstruos mutantes en forma de tetera. Aquí la cosa va en serio, quedando los resultados más cerca del Doctor Who de los setenta que de los Power Rangers de los 90.

La trama presenta a un grupo de elegidos para defender el planeta usando el kung fu y poderes basados en los elementos esenciales (fuego, agua, aire…) que tienen que recuperar unas piedras preciosas antes de que los malvados de turno lo hagan, que usan para su provecho a criaturas que polucionan el medio ambiente.

Uno de los aspectos más curiosos de Armor Hero es que sigue los patrones de las teleseries chinas culebroneras, esto es, no hay un gran monstruo al final de cada episodio ni se sigue el esquema fijo tan manido de sus equivalentes japoneses. Aquí se cuenta una historia, y cuando el tiempo de la entrega se acaba continuará en la siguiente, aunque todo quede abierto.

Lo mejor: Un tokusatsu diferente, más adulto de lo habitual y con una ambientación nada convencional.

Lo peor: 52 episodios. Muchos son.